Tipos de Atención

Existen diferentes formas para poner atención.

ATENCIÓN SELECTIVA:

Cuando una tarea o actividad nos exige seleccionar del ambiente un estímulo, seleccionamos solamente la información relevante y filtramos los estímulos que en ese momento no son relevantes. Por ejemplo, buscar en un cajón lleno de cosas unas tijeras.

ATENCIÓN FOCALIZADA:

Cuando realizamos solamente una actividad concreta, hemos puesto en marcha la atención focalizada.

Podemos enfocar nuestra atención a estímulos visuales, auditivos, olfatorios o táctiles.

Por ejemplo, calcular una expresión matemática :
(7 x 59) – 12 =

ATENCIÓN SOSTENIDA:

Es la capacidad de mantener una actividad durante un tiempo prolongado. También se la conoce con el nombre de
atención mantenida o atención ejecutiva.

Es la continuación de la atención focalizada y se diferencia de ella por la duración de la tarea, no el tipo de tarea.
Continuando con el ejemplo de la atención focalizada, si en vez de hacer un solo cálculo matemático tuviéramos
que hacer una hoja entera, entonces dejaría de ser atención focalizada para ser una actividad de atención
sostenida, porque requiere de mas tiempo para ejecutar la tarea.

Otros Ejemplos son, leer durante 335 minutos, estudiar para un examen, hacer un sudoku
o estudiar el examen de mañana. Cuando tenemos activo
este tipo de atención, decimos que estamos concentrados.
La concentración requiere voluntad, consciencia y perseverancia. Es cierto que la atención sostenida es más
elaborada y trabajada cuando la tarea es desmotivante y monótona para el niño, puesto que requiere mayor
esfuerzo.

ATENCIÓN DIVIDIDA:

Cuando estamos realizando dos o más tareas de forma simultánea.

Por ejemplo, mientras que estamos tendiendo la cama, estamos tomando un té y hablando por teléfono.

Para que se ponga en marcha la atención dividida, es necesario que alguna de las tareas esté automatizada,
porque es imposible hacer dos tareas novedosas a la vez.

ATENCIÓN ALTERNANTE:

Estamos cambiando de foco atencional ante la emisión de una señal de cambio.

Es la capacidad que nos permite cambiar el foco de atención entre dos o más tareas que requieren diferentes respuestas de aprendizaje.

Podemos estar realizando unas multiplicaciones y cuando escuchamos un estímulo auditivo debemos de cambiar la hoja y continuar con las divisiones.

Requiere dos o más tareas, pero no de manera simultánea.


ATENCIÓN EXCLUYENTE:

Se le conoce con nombre de atención inhibitoria, puesto que la persona requiere filtrar, dejando de decir o hacer una determinada conducta que está automatizada.

Este tipo de atención está muy relacionada con el control de impulsos o inhibición.

¿Recuerda cuando de pequeños jugábamos al mundo al revés? Debíamos atender y controlar lo que pensábamos para decir justo lo contrario. Esa es la atención excluyente.

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